miércoles, 29 de abril de 2020

Textos para lectura previa de cara a la última clase




TRANSIRAK

MR.PERFUMME



¿Quién podría amar a una medio máquina?

¿Quién sería capaz de bucear bajo su gruesa capa de metal?



(Robocop2)


            1.

            Todo el mundo tiene cáncer. Sin excepción. Al menos todo el mundo que yo conozco. Todo el mundo tirando de goteros y sobre sillones orejeros o fumando o paseando alegremente bajo los productos que emiten los chemtrails. Una mujer dice: Bajo a que me pongan el casquete. Así es como lo llaman. Me irradian la cabeza y luego vuelvo como un cohete. Lo dice en chándal y con una sonrisa en la boca. Es una mujer pequeña. Y su hija dice: Han venido tan temprano a por ella que no he podido ni peinarla, pero no importa porque con el casquete no se nota. La señora tiene cuatro focos cancerosos y dice que le han encontrado bichos en uno de ellos y seguramente se va a morir en unos pocos días. El médico se pone a explicarles la película Powder para ejemplificar algo, pero la referencia se tambalea un poco cuando admite que no entiende muy bien si los poderes de Powder son de origen psíquico o de otro tipo. En los ochenta todo el mundo tenía sida. El sida lo inventaron en un laboratorio. Magic Johnson, Robert Mapplethorpe, Sadam Hussein. El médico se olvida de las alusiones pop y dice más seriamente: Serán tres ciclos de quimioterapia y diez sesiones de radio. Freddy Mercury también. Sadam Hussein murió de sida en 1998 y desde entonces uno de sus dobles tomó el control. Es evidente el cambio en las políticas irakís a partir de ese momento. En la sala de espera además de una televisión de tubo hay una enciclopedia de los noventa, podéis comprobarlo ahí si queréis. Mi hermana y yo en aquella época fumábamos cigarrillos y jugábamos al Street fighter en las salas recreativas que había a dos calles del instituto. No jugábamos muy bien, pero había que aparentar. La señora de la habitación tiene las piernas flaquísimas. Los cuatro focos cancerígenos son en el pecho, las ingles, la garganta y la cabeza. Dice que el origen fue un melanoma en el pecho y que cuando se lo abrieron salieron bichos volando. No para de decir cosas de ese tipo y yo no sé si son metáforas poéticas o está completamente loca. Algunas veces nos metíamos en peleas, en la época del instituto, digo. Las cosas que dice y que le pasan a la mujer del pecho lleno de insectos las sé porque mi hermana y ella están en la misma habitación ingresadas. Así que la veo y la oigo mientras estoy aquí con ella. Mi hermana también se muere de cáncer, como todo el mundo. La hija de la mujer del casquete dice: Tener más boletos no significa que te toque la lotería. A veces le toca al que sólo ha comprado uno. Mi hermana y yo nos pelábamos las clases y nos íbamos a fumar a los recreativos o a la estación de autobuses. Éramos bastante rebeldes y hacíamos lo que nos daba la gana. Mi hermana y yo sólo nos llevábamos un año y ojito con hacernos bromas. Nadie nos tosía y si hacía falta nos partíamos la cara. Una vez robamos una moto para escaparnos de casa y nos emborrachamos y nos estampamos contra un coche. Lo repetiría ahora mismo exactamente igual, así quiero yo a mi hermana. Y una vez nos metimos ketamina y a mí me dio un chungo y mi hermana me dejó en la puerta del hospital y se tiró toda la noche fuera, escondida entre los matorrales, esperando para ver si estaba bien. Y por la mañana la encontraron medio congelada. Estaba azul. No se murió ella de milagro. La señora del casquete dice: Por la noche he soñado que me dejaban unas flores en la habitación, en la mesita, cerca de la cabeza, y de la radiación que me emanaba del cráneo las flores crecían hasta llenarlo todo y hacían explotar las ventanas. Mi hermana tiene una cicatriz en la ceja que se hizo cuando nos chocamos con la moto. La llamábamos la A7, a la cicatriz, porque es el nombre de la carretera en la que casi nos matamos. Los del coche no se hicieron nada pero nos gritaron y casi nos pegan. A nosotras nos castigaron pero nos dio igual porque no conocíamos a nadie que hubiera hecho algo así. No conocíamos a nadie que hubiera ido tan lejos. Aparecen los médicos por la puerta, se llevan a mi hermana al quirófano. Yo la cojo de la mano y le digo que todo va a salir bien, que no debe tener miedo. Le digo un montón de cosas como esas y le doy un beso en la frente. Me meto en el baño porque no quiero que la señora de los bichos y su hija me vean llorar.

            Bastante tienen con lo que tienen.


            2.

            El 7 de abril de 1990 Mohamed al Saad fue detenido por la policía irakí. Se le acusaba de haber atracado un banco en Bagdad. Mientras permanecía detenido a la espera de que se le informara de los cargos que se le imputaban, el jefe de policía Younesse se personó en su celda y le mandó asearse. Tras lavarse y cambiarse de ropa, Mohamed fue introducido en un Range Rover negro con las lunas tintadas y conducido hasta el Palacio Real. Sadam Hussein lo esperaba en uno de los enormes salones que solía utilizar para recibir a embajadores y representantes de países aliados. Según cuenta Mohamed, nunca se había dado cuenta del parecido físico que lo unía al presidente. Sadam lo inspeccionó con calma como el que inspecciona un caballo que está a punto de comprar, sin dirigirse a él. Tras unos pocos minutos miró al jefe de policía Younesse, le hizo una señal de aprobación y se lo llevaron.

Mohamed fue sometido a partir de ese momento a múltiples operaciones estéticas que lo convirtieron en uno de los doce dobles conocidos que tuvo el dictador a lo largo de su vida, y en el único Sadam una vez que este murió.


            A pesar de que el 26 de abril de 1987 el gobierno irakí, que mantenía que en su nación no había ni un solo caso de contagio, promulgó una ley por la cual para entrar al país, todos los extranjeros debían certificar con un documento médico que no eran portadores del virus, la realidad es que en los años noventa hubo una auténtica epidemia de sida en Irak que el gobierno silenció al considerar la enfermedad como una plaga exclusiva de sodomitas y desviados. También sabemos hoy en día que aunque hubo contagios homosexuales, la mayor cantidad de casos por contacto sexual se dieron entre personas heterosexuales, viéndose potenciado este hecho por el escaso uso de los preservativos y por la propia ocultación gubernamental de la situación de contagio real. Los estudios más rigurosos estiman que sólo un siete por ciento de los contagios se produjeron por transfusiones de sangre.


            En ese preciso momento histórico se llevaba a cabo en Bagdad el proyecto secreto conocido popularmente a posteriori como Programa Fuego Devastador, destinado a crear monstruos radiactivos entrenados en las artes ninjas.


            3.

             Alabada sea la Virgen del Casquete.

            Porque de ella irradia la luz.

            Hagamos un poco de historia: A la Virgen del Casquete, (patrona de los enfermos de cáncer), la encontraron unas niñas pastoras en la Cova del Montgó, junto al pueblo marinero de Jávea, al observar un lugar en la cueva que emanaba una fuerte luz verde y sobre el que los helechos y las plantas crecían desmedidamente. Allí se les apareció y les contó tres secretos.

            No habría que hacer chistes con esto.

            Pero en verdad os digo: Primero de los secretos. Hace veinticinco años y es el funeral de mi abuela Carmen. El cura ofrece el cuerpo de Cristo y una Santa Compaña de tías venidas del pueblo aguardan ordenadamente su momento en la fila como pequeños pollitos yonquis esperando su mandanga. No lo digo de broma. He conocido muchos toxicómanos en mi vida y es exactamente así. Viejas blancas y sudadas. Nerviosas. No me extrañaría que cada una de ellas guardase una pequeña navaja en su bolso. Sólo por si acaso. Sólo por si todo se va a la mierda. Mi abuela siempre nos llevaba a misa de pequeñas. Tuvimos una infancia católica y practicante. Así que aunque a esa edad ya hace mucho que no creemos en tonterías, decidimos comulgar sólo para molestar a las señoras. Para que no nos vayamos todas de vacío hoy. Nos unimos a la cola y cuando llega el turno de mi hermana el cura hace un truco de magia que nos marcará para el resto de nuestras vidas: Le acerca la hostia a la boca, declama solemnemente (la mortadela de Cristo), y cuando todo hace presagiar un desenlace aburrido y predecible, con un rápido movimiento de trilero, el Padre PerverPollas esconde la oblea en la palma de su mano y vuelve a guardarla en el cáliz. Nadie lo ve. No ha pasado nada. Magia. Mi hermana se queda sin habla. Imagino como le tiemblan la barbilla y los ojos, imagino el cubo de sangre de Carrie cayéndole sobre los hombros y la cabeza, pero nada de eso ocurre. El cura le hace un gesto con los ojos indicándole que se salga de la fila y mi hermana obedece. Un gesto sutil en el que nadie repara. Tachán. Conmigo repite la misma acción paso por paso. Algo que no entendemos nos deja tiritando de tristeza.

            Señora de los bichos en el pecho,

            Ten piedad de nosotras.


            4.

            Si intentáis buscar información extraña sobre Bagdad en internet seguro que acabáis cayendo en una página llamada El Diario Informativo de La Realidad Oculta, que se dedica, además de a informar sobre esoterismo, ovnis o sucesos, a acumular información weird sobre distintos lugares del mundo. Puedes buscar por continentes cualquier ciudad que se te ocurra y descubrir las atracciones más bizarras del lugar. Cuando introduces Bagdad en su buscador o llegas hasta su página buscando información sobre la ciudad aparecen cuatro entradas: La primera de ellas es sobre una especie de vasija que tienen en el Museo Nacional (que probablemente ya no exista) y que en realidad es una especie de pila energética prehistórica, lo que se suele denominar un Oopart, un objeto fuera de su tiempo, imposible. La segunda de las entradas es acerca de un Corán que se encuentra almacenado bajo llave en el sótano de la mezquita Madre de todas las batallas, y que posee la particularidad de estar enteramente escrito a mano, ni más ni menos, que con la sangre del propio Sadam Husein. La tercera entrada hace alusión a la escultura de una cebolla gigante y azul biseccionada que se construyó como homenaje a los hombres que murieron en la guerra entre Irak e Irán. Pero la cuarta y última de las entradas es, sin duda, la mejor. Está dedicada al Palacio de la Victoria sobre los Americanos. Este palacio rodeado de un lago artificial lo ordenó construir Sadam en honor la supuesta victoria sobre los americanos en la Guerra del Golfo de 1991. 


            Mi hermana y yo pasábamos horas buscando información absurda de lugares a los que planeábamos viajar y a los que probablemente nunca íbamos a ir. De entre todos ellos Irak siempre fue nuestro favorito.

            Mi hermana se llamaba Paula. Y yo me llamo Candela.

            Quiero decir que se llama, no que se llamaba.


            5.

            Segundo secreto:

            Pongamos que sí, que las niñas pastoras se encontraron realmente a la virgen. Alabada sea la Virgen del Casquete. Y la virgen comienza a curarle el cáncer a todo el mundo. Utiliza sus súper poderes y le toca la frente a la gente o les toca dónde cojones tengan los tumores y es como la Santa Quimioterapia de la Marina Alta, el misticismo alicantino hecho carne, pero es que además es cool. Tiene carisma, tiene jodido atractivo pop. Todo el mundo quiere una foto con ella y las marcas de moda se desviven porque vista sus trapitos en las procesiones. Se hace súper amiga de la niña de Stranger things y no dejan de colgar fotos de sus fiestas locas en Instagram. Es la chica de moda. Las niñas pastoras que de tontas no tienen un pelo empiezan a hacer buen merchandising, camisetas, tazas de café, gorras, la Virgen del Casquete es la nueva pasión global, es la nueva dinomanía, la nueva tortugasninjamanía, así que las niñas lo celebran con bien de farlopa buena hasta que se les ponen las narices como una mezcla de mazorca y de charcutería, así se les ponen las tochas, y tratan cada vez peor a la virgen, a la pobre virgen del casquete que llegados a este punto quiere volver a su planeta pero que no puede porque le han puesto un collar que le impide teletransportarse. Y cada cáncer que cura es como que envejece un poco más, que se muere un poco más, y cada cáncer que cura la farlopa de las niñas es un poco mejor.

            Quiero decir, que todo esto no es que haya ocurrido, pero seguramente acabaría así.


            6.

            Robocop no tiene alma, de eso es de lo que van sus películas. Todo lo demás es como el relleno de los cachopos. Robocop es mitad robot y mitad policía, así que ahí dentro no cabe nada más, echa cuentas. Y eso le hace sufrir aunque en realidad él no pueda sufrir. Más o menos. Estoy hablando todo el rato de Paula, pero en realidad éramos tres hermanos. Paula era la mayor, luego estaba yo, y luego estaba Álex. Álex se murió el primero y ahora se va a morir mi hermana. Es como una de esas estúpidas canciones infantiles. O como en Los Inmortales. Los tres estuvimos siempre muy unidos pero Álex era especial para nosotras. Era el pequeño y aunque nos quejábamos muchas veces por cómo  lo malcriaban nuestros padres nosotras hicimos lo mismo. No supimos evitarlo. Álex tenía algo diferente, algo que hacía que lo adoraras, que no pudieras enfadarte con él aunque la cagara todo el rato. Y la cagaba constantemente. Pero era bueno, cariñoso, inteligente y sensible, aunque también era frágil. Sin tratar de justificar nada con lo que voy a decir a continuación, es importante entender para comprender lo tarde que llegamos con él, lo tarde que llegábamos siempre, que medicarse e ir al psiquiatra era el equivalente en mi casa a comer paella los domingos en otras familias. Así fue siempre. Y además en nuestro clan siempre fuimos las mujeres las más fuertes. Lo era nuestra abuela, lo fue nuestra madre y lo somos mi hermana y yo. Con nuestras taras incluidas. Mi padre en cambio era una persona distante y solitaria. Probablemente sufrió de depresión durante la mayor parte de su vida, hasta que un buen día se cansó de ver la tele y se mató. Tengo la sensación de que Paula y yo nunca lo conocimos demasiado. Espero que mi madre lo conociera un poco más. Mi hermano no era como mi padre, pero al igual que él, tampoco se sintió nunca cómodo del todo habitando su propia piel. Sufría a menudo y le costaba levantarse de nuevo. Por eso mi hermana y yo nos tiramos media vida tratando de protegerlo de todo y por eso cuando murió se abrió una herida muy grande dentro de cada una de nosotras que nunca más se cerró por completo. La verdad es que aún nos castigamos pensando que podríamos haber hecho algo más por ayudarle, cosa que, por otro lado, es evidente. Puedes tratar de racionalizarlo todo lo que quieras, pero si tu hermano se mata y tú no lo has impedido, entonces no has hecho lo suficiente. Álex creció y se llevó a todas las chicas de calle porque era muy guapo. En eso también se parecía a mi padre, que hasta con su agotadora cara de aspirante a lavado de estómago siempre le tuvo un aire a Ed Harris. Conoció a una de ellas y se enamoró perdidamente. Ella era una buena chica y también se enamoró de él. Pero a mi hermano le costaba mucho trabajo ser feliz y hay mucha mierda en vivir con alguien así. Así que al final ella conoció a otro. Alguien que le hacía reír y con quien estar resultaba fácil. Y no lo digo con rencor, estar con alguien debería ser siempre fácil. Y dejó a mi hermano con el corazón roto. En esos días yo vivía en Alemania, y fue mi hermana quien más se volcó con Álex. Y de repente, un día, nos llamó la policía para notificarnos que habían encontrado el cuerpo de mi hermano en el cauce del río Turia. Mi hermano se suicidó tirándose al cauce de un río sin agua. Cuando me llamó Paula para contármelo, la única manera de gestionarlo que se me ocurrió fue tirarme setenta y dos horas de fiesta de discoteca en discoteca. Era joven y Berlín era grande. Me tomé por lo menos un millón de pastillas. No fui a España al entierro y mi hermana estuvo mucho tiempo enfadada conmigo por eso. Mi madre nunca volvió a ser la misma. Nosotras tampoco pero seguimos con nuestras vidas lo mejor que supimos. Cuando se me terminó la fiesta estuve tomando antidepresivos durante una temporada bastante larga. Ahora también los tomo. Poca cosa, pero ayuda.


            7.

            A Sadam Hussein le diagnosticaron el sida entre 1995 y 1997. Desde el año 93, cuando puso en marcha La Campaña de la Fe, con la que instrumentalizó el Islam para sus propios intereses, en Irak hubo una época de relativa calma. Hasta el 96 no se crearon los primeros fármacos antirretrovirales que lograron convertir el virus en una enfermedad con la que se podía convivir de una manera mínimamente digna. Para cuando Sadam pudo tener acceso a estos tratamientos, su salud ya estaba muy deteriorada, aunque sólo unos pocos hombres de su círculo más íntimo lo sabían. Cómo contrajo la enfermedad es algo que probablemente jamás sabremos y cualquier explicación hoy por hoy es pura ficción especulativa. Aun así, ahí van algunas teorías que recopilamos Paula y yo: En su libro The evil party, la periodista americana Sally Ford documentaba la supuesta estancia de Sadam y su hermano Ibrahim en Manchester a finales de los años ochenta con nombres e identificaciones falsos. Ford defiende que ambos viajaron a Reino Unido  para iniciar negocios con Kyle Van Morrison, un conocido traficante de drogas de la ciudad y uno de los padrinos no oficiales del movimiento Madchester, que se hizo famoso en todo el mundo por la eclosión de la música electrónica y del uso masivo de derivados del éxtasis y la anfetamina. Aunque la moda de la heroína comenzaba a decaer, aún era bastante consumida y, sostiene Ford, los hermanos Husein pudieron convertirse en los principales proveedores de esta droga en todo el país, garantizándose así una buena fuente de ingresos con la que sufragar parte de los costosos gastos de su guerra contra el mundo. Aunque no existen datos que certifiquen que Sadam o su hermano le pegaran al caballo, según Ford, la costumbre de compartir jeringuilla en las reuniones de negocios de la época podría haber sido el origen del contagio del dictador. Parece rocambolesco, pero hoy en día está bastante documentada la relación entre los hermanos y el famoso narco y casi nadie duda ya de que la venta de opiáceos fue uno de los negocios más lucrativos de la familia Husein. Por otro lado, años después, Sally Ford regresaría a la palestra por escribir un nuevo libro en el que daba consejos a los padres para educar a sus hijos en una vida no homosexual. Para desmaricarlos.

Y aun así esta no es la teoría más descabellada. En el artículo Los experimentos secretos de Oriente Medio, publicado en El Diario Informativo de La Realidad Oculta, otra periodista desvariaba acerca de la idea de que el dictador contrajo la enfermedad por error cuando probaba en sí mismo un suero del súper soldado similar al que dio sus poderes al Capitán América. Puede parecer una locura, pero esta teoría ha sido ampliamente difundida en multitud de revistas, páginas web y blogs en diferentes variantes: unas defienden que Sadam fue engañado por un agente infiltrado de la CIA que trataba de asesinarle, otras que lo que se inyectaba era un elixir de la inmortalidad, etcétera, etcétera, etcétera.

            El error de todas ellas es dar por hecho que Sadam convivió con la enfermedad hasta que el día antes de nochevieja del año 2006, tras ser condenado por un tribunal de su propio país, fue ahorcado a las 06.00h acusado de crímenes contra la humanidad.

            En realidad, en abril de 1997 Sadam ya sabía que iba a morir en unas pocas semanas, quiso hacerlo en su propia casa, y dio instrucciones a su hombre de mayor confianza, el jefe de policía Younesse de qué es lo que debía hacer en el momento en el que él muriera.

            ¿Qué pretendía Sadam? ¿Qué le preguntaríamos si tuviésemos la oportunidad de hacerlo? Paula y yo inventamos un consultorio en el que respondía a algunas cuestiones.



            Consultorio semanal de Aspectos de la Vida del Verdadero Sadan Huseín

            (Como cada primer lunes de mes, Sadam responde a nuestras lectoras sobre aspectos de la vida y gestión de emociones.)



Manuela García, Bagdad.

            Shalam Halekum, Querido Líder.

            Me gustaría, en primer lugar, agradecer como siempre tu presencia en este consultorio, y el cariño con el que siempre respondes a nuestras dudas. En segundo lugar me gustaría formularte una pregunta sobre un tema que me tiene loca. Allá va. A menudo al cocinar las tradicionales galletas de cardamomo, (las preferidas de mi marido), cuando las saco del horno detecto un pequeño regusto amargo. He cambiado los tiempos y los grados del horno en múltiples ocasiones así como el tipo de harina que utilizo, y no consigo deshacerme del molesto sabor.

            ¿Podrías darme algún tipo de recomendación para hacer de mis galletas un verdadero manjar digno de los dioses?

            Muchísimas gracias.


            Hola, Manuela, muchísimas gracias por tus palabras. Sin vosotras y este espacio de confianza que compartimos aquí, no sé qué sería de mi, te lo aseguro. Pero yendo al tema de tu pregunta, las galletas de cardamomo son si duda uno de los dulces más representativos de nuestra hermosa nación. Para responder a tu duda se me ocurren diversos motivos por los cuales tus galletitas hayan podido amargar. En primer lugar, prueba a acortar el tiempo de cocción aún más. Aunque el aspecto de las galletas parezca perfecto por fuera, pueden haberse quemado un poco por dentro, lo cual suele conllevar un pequeño regusto amargo. Si tu horno es nuevo, también puede haberlo provocado esto, ya que los hornos sin estrenar deben dejarse normalmente una hora encendidos a buena potencia antes de introducir alimentos, si no, el propio polvo u otras sustancias pueden contaminar el sabor de los alimentos que calentamos. Por último prueba a utilizar semillas de lino en lugar de sésamo.

            ¡Y no olvides contarme si le han gustado a tu marido!



Rosa del Amor, Daruk.

Hola, amado líder, me gustaría saber, en un momento tan vulnerable como el que estamos atravesando, y teniendo en cuenta la explosión de creatividad que suele darse especialmente en los periodos de crisis económica y moral, cuál sería, en tu opinión, la relación verdadera entre el arte y el desencanto social (en su más amplia acepción).

Muchísimas gracias.



            Hola, Rosa.

            Ante todo agradecerte tu tiempo y tu interés, y más teniendo en cuenta que me preguntas por el que, (probablemente ya lo sabes), es uno de mis temas favoritos: el arte. Pero, mira, me vas permitir que te comente que la relación entre el arte y el desencanto social a mi no me interesa. Lo siento. Perdonad amigas que sea tan cortante pero es que es un tema que a mi ya me aburre por reiterativo. El arte es el arte y tiene que ser válido por sí mismo. Te voy a contar algo, durante las presentaciones de mi última novela, ¡Fuera de aquí, maldito!, cada vez que alguien me entrevistaba, el tema, indefectiblemente, giraba siempre en torno a preguntas como: ¿Y cómo es ser un dictador y escribir? ¿Es más difícil para un dictador abrirse paso en un mundo dominado por escritores blancos no dictadores? Yo en tiendo que la intención no es mala, no estoy diciendo eso. Pero cada vez que me incluyen en un artículo sobre dictadores escritores con los que, francamente, no tengo nada que ver, sólo porque está de moda, están, de algún modo, invisibilizando mi trabajo intelectual. Las mujeres y los dictadores tenemos que estar juntas en esto, porque nuestra problemática es la misma. Y esta batalla no la vamos a ganar en dos días.


            8.

            Pero vayamos por partes: El Programa Fuego Devastador Para la Creación de Monstruos Entrenados en Artes Marciales surgió de la convergencia de dos hechos en apariencia inconexos. El primero fue el hallazgo fortuito en Samarra de una extraña piedra azul que poseía poderes místicos; el segundo, la aparición en Bagdad de una artista sueca en posesión de un extraño y antiquísimo libro que parecía contener entre sus páginas el hechizo con el que los antiguos hombres fueron capaces de despertar a los demonios yinn. Bastante increíble todo ¿verdad? Pues hay más: Sadam no perdió ni un minuto y encargó a su hermano Ibrahim y al jefe de policía Younesse poner a disposición de un equipo multidisciplinar de expertos de distintas áreas todos los recursos que fueran necesarios para la creación de monstruos gigantes muy locos al servicio de la nación irakí. A la artista sueca se le sumaron así biogenetistas, demonólogos, ingenieros, cirujanos plásticos, diseñadores gráficos, y hasta un departamento anexo de I+D que exploraba las posibilidades alrededor del experimento principal y todo lo referido al merchandising que pudiese derivarse. Se hicieron camisetas iguales y las llevaban siempre puestas como si fueran una familia, todos al servicio de un sueño sólo al alcance de unos pocos afortunados: Crear vida. A saber de qué tipo, pero vida al fin y al cabo. Así que se pusieron muy a tope. El jefe de policía Younesse y sus agentes comenzaron a secuestrar hombres y mujeres en mitad de la noche a los que aterrorizaban y metían desnudos y con las cabezas cubiertas por bolsas de tela negra en camiones rumbo a instalaciones secretas. Allí eran sometidos a torturas y vejaciones, allí se laceraba su carne y se destruía su mente hasta despojarlos por completo de humanidad y de alma. Y cuando no quedaba nada, cuando sólo quedaban huesos y tendones tiritando, entonces se los pasaba al equipo médico y a los expertos esotéricos que experimentaban con ellos para tratar de lograr su objetivo. Convencidos de que conseguirían crear un ejército de monstruos y de que estarían a su servicio. Convencidos de que dominarían el mundo. El gobierno irakí jamás admitió estas desapariciones y los familiares de estas personas nunca supieron lo que pasó con ellas. Como la Creación de Monstruos no es exactamente como las matemáticas, no es ningún juego, durante los primeros meses sólo les salían chapuzas, bichos asquerosos que no había por dónde cogerlos, amorfos, criaturas boqueantes y obscenas que sólo aguantaban con vida unos pocos minutos o ni siquiera eso. Pero fueron depurando la técnica, cada vez eran más finos. Y así comenzaron a salir formas de vida menos humillantes, más tolerables. No es que fueran a ganar un concurso de belleza con eso, pero se alegraban y se daban palmaditas en la espalda porque dios también debió cagar algún trampantojo antes de ponerse serio. Celebraron y siguieron. Trabajaron duro. Y así, poco a poco, acabaron por lograrlo. El primer monstruo gigante  no era un artefacto perfecto, pero lo habían hecho ellos. De la nada, de un poco de piedra mística y un poco de ingeniería médica. Y allí estaba, y, dentro de su fealdad, era hasta un poco hermoso, hermoso de la manera en que lo es la sangre de nuestra sangre, lo que ha chupado de nuestros pezones. Y lloraron todos juntos, y se abrazaron, y lo llamaron Muerte Inexorable 2.


            9.

            Se abre el telón.

            Dos adolescentes entran desafiantes y muertas de risa al Corte Inglés para mangar maquillaje como si de dos mini Cristina Cifuentes se tratara. Se creen las reinas del mambo. Apenas se relacionan con otras chicas de su edad. Todo es jolgorio y autosuficiencia teenager. Pero entonces las pilla el segurata que es un hijo de puta y un pedazo de subnormal matón come mierda. Las lleva hasta el cuartito. Las trata con paternalismo y llama a sus padres. Una de las niñas se aguanta el llanto mientras la otra le aprieta la mano y mira desafiantemente al idiota. Cuando el desgraciado caraculo cuelga el teléfono les dice con una condescendencia que sólo por eso ya debería arder en el infierno: Y ahora, qué, ¿les digo a vuestro padres que sois maricones?

            Se cierra el telón.





MIENTRAS ALONSO AGONIZA, de Carolina Otero Belmar

Poema incluido en la antología Piscina fuera de temporada, en Ay del Seis (Editorial Trifaldi, 2019).



No te hagas el muerto.

No sigas en la cama de la melancolía.

Más de seis días languideces,

que ya la figura triste no produce

ni sombra ni interrogación ni nada.



No te hagas el muerto.

Salgamos a cantar al campo,

y si hay que querer a otra

pues la buscamos y la idealizamos

que experiencia ya tenemos.



No te hagas el muerto.

Muere de hambre o por hombre

pero no así, lleno de realidad

hasta los intestinos.



No te hagas el muerto.

Eso es para los de la secta del dólar y el anillo,

mórbidos hikikomoris,

civilizaciones holográmicas de centro comercial.



No te hagas el muerto.

Me cae la lluvia por la cara

como una baba trágica;

balbuceo, muelle bobo,                 lo sé:

No sé decirlo más grave,

pero yo he visto cosas:

el vaivén de Europa,

cuerpos de niños yertecitos

en un cuenco de agua estanca.



No te hagas el muerto

–me cae la lluvia por la cara

como una baba trágica–,



no te hagas el muerto.


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